NIÑOS. INCLUSIÓN




Los niños merecían un apartado. Por lo grandiosos. Por la inocencia que a veces  los adultos insistimos en palidecer.

Con respecto a la visión personal los niños con pares con alguna discapacidad, nos aleccionan continuamente. Aprendemos día a día.

Puede suceder que al ingresar alguno con alguna discapacidad, pregunten al notar algo diferente en su compañero. Frecuentemente al notar algo diferente, en discapacidad motora. O cuando requieren algún sistema de apoyo.
 El primer impacto, la curiosidad los llevará a eso. Y está bien. Algo les llama la atención. Y esperan un respuesta. Afortunadamente, existen miradas más inclusivas. Y hablo de niños. Ellos no son el problema. 

Está en la habilidad del adulto al responder. Qué se le responde, en qué términos y con qué carga emocional se lo  plantean. Pues de ello depende la visión que tendrá ese pequeño y el concepto que lleve consigo por un largo tiempo.


Al tratar con los mismos,se dan cuenta e internalizan que son niños, como ellos, que van a la escuela, que tienen que hacer tareas, que se los reprende cuando es necesario (y aquí también hay asombro y sorpresa, "lo retaron a él/ella también"), que se les enseña, que ríen, lloran, juegan, festejan sus cumpleaños,compiten,aprenden, hacen travesuras, se enamoran...




El acompañante terapéutico es  un profesional que trabaja también los lazos, la creación vincular y la socialización  en el ámbito escolar y fuera de él.
Trabaja  logrando calidad inclusiva, potenciando  habilidades  que lleven al niño/a  a ser parte, a estar dentro. 

Esto gratifica, aumenta su autoestima, brinda confianza, seguridad  y colabora con la aceptación y superación de esas sensaciones internas que suelen aparecer diariamente.



   

 Como Ats tenemos grandes desafíos y una gran responsabilidad. 

Lograr posicionarnos en el lugar exacto, y en el tiempo exacto, es lo que debería considerarse a cada paso del proceso de Acompañamiento Terapéutico evitando sobreexponer a nuestro acompañado y no volvernos una prolongación ni una "prótesis" subjetiva que fomente dependencia.

Brindar confianza y seguridad para que sea él quien construya sus propias herramientas personales.

Distancia. La distancia necesaria para estar presentes sin invadir ni opacar esa construcción subjetiva.

La mirada soporte en el momento oportuno. Ese gesto que reafirma que todo estará bien.



                                                                                                                N.B R /4/15